El parque automovilístico de nuestro país es de los más longevos de toda Europa. Los números no mienten pues antes de la crisis las familias cambiaban de coche antes de los diez años y ahora lo hacen cuando alcanza los doce o trece. Con semejante panorama y una economía que aún no acompaña a ciertos colectivos, no es de extrañar que la venta de coches en el canal de particulares se esté estancando.
Las ayudas y subvenciones hasta cierto punto están bien, pero vivir toda la vida de ellas no es bueno. El problema que tenemos en España es que cuando la economía parece ir bien, pasa algo y volvemos a la casilla de salida. Por ello, se está volviendo muy necesario que el Gobierno del país reinstaure las ayudas a la compra de vehículos nuevos.
El sector del automóvil es de los más importantes para la economía de España pues representa casi un 10 por ciento del Producto Interior Bruto. Por ello, el ejecutivo ha decidido reactivar el Plan Movea para la venta de vehículos impulsados por energías alternativas. Esto es, los modelos que se podrán adherir a este plan serán los híbridos, eléctricos, GLP, GNC o de hidrógeno.
Desde la patronal este nuevo plan ha sido ampliamente aplaudido, pero también se han escuchado voces críticas. Según ANFAC y Ganvam la dotación de 14,2 millones de euros que hay destinado para el Plan Movea se les antojan cortos. Según ANFAC los vehículos movidos por energías alternativas representan un pírrico 0,5 por ciento del total del mercado, por lo que según su criterio la inversión debería ser mucho más fuerte para que nuestro país se pueda equiparar a Alemania, Reino Unido o Francia.
Según Tomás Herrera, Director General de Ganvam
“el despegue real de la movilidad alternativa requiere una estrategia más sólida por parte de