El pasado viernes se desvelaba, en la ciudad alemana de Berlín, el nuevo Volkswagen Polo. Como ya os informamos, el nuevo Polo es un coche más espacioso, con mucho más maletero y también notablemente más tecnológico que su modelo predecesor. El diseño es algo continuista, pero también deja notar que estamos ante un modelo nuevo y no ante un simple restyling. El caso es que, en ese mismo evento, también se presentó el Volkswagen Polo GTI.
Hace unas semanas nos llevábamos un chasco tras la confirmación de Seat de que no veremos un Seat Ibiza Cupra en esta generación. Afortunadamente el Volkswagen Polo sí tendrá su versión GTI. Tampoco es que el Volkswagen Polo GTI sea uno de los utilitarios deportivos más molones, pasionales y divertidos de conducir del mundo, pero sabe venderse por su polivalencia en uso diario y su velocidad en carreteras reviradas.
La mecánica del Volkswagen Polo GTI
El Polo GTI que todavía se comercializa en estos momentos utiliza un propulsor 1.8 TSI de 192 CV, aunque antiguamente había llegado a utilizar bloques con menor cilindrada. La nueva versión GTI del urbano alemán da un nuevo salto para equipar un 2.0 TSI capaz de entregar 200 CV. También recibe un chasis más deportivo que rebaja la altura en 15 mm y, opcionalmente, puede contar con tren de rodaje adaptativo.
Pese a que algunos deportivos de hoy en día solo se ofrecen con transmisión automática y levas en el volante para manejarlo de forma secuencial, como el Renault Clio Sport, en el caso del nuevo Polo GTI no es así. ¡Qué alivio! La marca alemana ha afirmado que el GTI puede ser manual de 6 velocidades o incorporar un DSG de 7.
Diferencias visibles
Aunque los GTI de Volkswagen no traen consigo un cambio estético radical (es parte de su filosofía), tampoco es complicado