Es paradójico ver cómo el Honda Jazz, uno de los mejores urbanos en cuanto a concepto y diseño, pasa desapercibido para el mercado español. Las cosas como son, Honda ha creado con el Jazz un coche polivalente, con un diseño atractivo, una calidad de realización digna de coches superiores, tecnología a la altura de los mejores y una fiabilidad a prueba de bombas.
Sin embargo, desde su nacimiento las ventas en Europa nunca le han acompañado. Quizá el problema esté en que su gama mecánica no contempla bloques diésel o que su precio está un pelín por encima de los de sus rivales. Más allá de esto el Honda Jazz es un producto redondo que cumpliría con las expectativas de muchos clientes.
La última generación llegó al mercado en el año 2014 y una vez han pasado tres años le toca pasar por el quirófano. En este restyling los diseñadores de Honda no se han quebrado los sesos, pues el diseño del Jazz ya era de por sí original y moderno. Los principales puntos en los que han trabajado ha sido la inclusión de nuevos sistemas de seguridad para adecuarlo a los productos más nuevos de la marca.
En su frontal recibe unos nuevos faros y una parrilla con una nueva barra central más delgada y en material negro brillante. Como es lógico el cromo no debe faltar para dar al frontal del pequeño Jazz un aire de familia al estilo nuevo Civic. La parte trasera también recibe unos faros ligeramente actualizados y un portón del maletero ligeramente rediseñado.
Si el cliente opta por el nuevo paquete deportivo Sport, tendrá un difusor frontal que va en color naranja, algunos aditamentos aerodinámicos extra, un difusor trasero de aire simulado y una cola de escape diferente. Remata el paquete Sport unas llantas de aleación de diferente