Pocas marcas pueden resistirse al “downsizing”. Esa famosa práctica que consiste en reducir cilindradas y, en muchos casos, número de cilindros para así cumplir las cada vez más exigentes normativas de anticontaminación y, también, homologar unos consumos de combustible más bajos. Por suerte, otro punto positivo es que, gracias a la sobrealimentación y a las elevadas presiones de inyección, la potencia puede seguir siendo elevada. En resumidas cuentas, teóricamente se consiguen motores más eficientes.
Jaguar acaba de informar que su bloque 2.0 Turbo de gasolina, perteneciente a la gama Ingenium de la marca, ahora también se ofrecerá en una nueva versión de 300 CV. Esta variante se suma, por tanto, a las dos versiones ya conocidas de este propulsor de 2 litros, que rinden 200 y 250 CV. La nueva variante será la más potente de la gama, y se podrá equipar en los modelos Jaguar XE, XF y en el exitoso SUV Jaguar F-Pace.
Además de los 300 CV ya citados, esta versión del bloque 2.0 Turbo de gasolina desarrolla un par motor máximo de 400 Nm. El Jaguar F-Pace puede hacer el 0 a 100 km/h en 6 segundos (nada mal para un coche tan grande y pesado), homologando un consumo mixto de 7,7 l/100 km. En el caso del Jaguar XF, le permite pasar de 0 a 100 en 5,8 y lograr homologar un consumo medio 7,2 litros. Por último, en la berlina media, en el Jaguar XE, la aceleración de 0 a 100 km/h se completará en solo 5,5 segundos, con un gasto de gasolina de 6,9 litros cada 100 kilómetros recorridos.
La llegada de esta versión Ingenium de 300 CV será capaz de cubrir un hueco, hasta ahora, vacío en estos modelos. Al Jaguar XE le vendrá muy bien. Su versión de máxima potencia, sin contar con la