Prácticamente a diario decimos que la moda de los vehículos SUV y los nuevos gustos europeos están acabando con la mayoría de productos del segmento de las berlinas y de los monovolúmenes. Esto es una realidad, pero todavía quedan valientes que pelean en una guerra prácticamente perdida. Uno de ellos es el Opel Zafira.
Hoy nos ponemos a los mandos del renovado Opel Zafira, uno de los monovolúmenes más vendidos, si no el que más. Este modelo nacía en 1999, en pleno auge del segmento, destacando por su amplia modularidad y la posibilidad de viajar hasta siete ocupantes en su interior. Desde entonces ha llovido, pero sigue siendo uno de los monovolúmenes más completos e interesantes del mercado. Lo probamos con motor 1.6 CDTI de 134 CV, acabado Excellence y un habitáculo con tres filas de asientos. ¿Nos acompañas?
Conservador por fuera
Pese al cambio tecnológico que ha recibido el nuevo Opel Zafira, la estética no se ha visto notablemente alterada. Sigue siendo fácilmente reconocible como el monovolumen de la marca, adoptando ahora la nueva imagen de diseño de la firma alemana. De este modo, nos encontramos, en su frontal, con el nuevo lenguaje de Opel incorporando los ya habituales faros con el doble ala de LED en su parte superior. También adopta la nueva parrilla, con una lama cromada que custodia el logo de la marca y que comunica las ópticas principales. En nuestro caso tenemos los faros Adaptativos Inteligentes, que cuestan 914 euros.
La vista lateral es la típica de un monovolumen, con un capó corto, bajo e inclinado. Esta inclinación continúa firme en el extenso parabrisas. El techo es completamente plano y cae verticalmente al final del mismo. Destaca su amplia superficie acristalada en el lateral. Los contornos de las ventanillas acabados cromados aportan un punto de elegancia a este Opel