La moda de los coches SUV no para de crecer y crecer. Tanto es así, que este segmento ya es el tercero más vendido en nuestro país, por detrás de los segmentos B y C. Algunos fabricantes han decidido abandonar sus monovolúmenes de tamaño medio sustituyéndolos por estos C-SUV. Uno de ellos ha sido Peugeot, con el Peugeot 3008. Este modelo llegaba originalmente como un monovolumen compacto, pero ha sufrido un cambio brutal para solo conservar su nombre.
El Peugeot 3008 es la apuesta de la firma francesa por un segmento muy competitivo en el que, por cierto, no está yendo nada mal. Su comodidad a la hora de entrar, salir o cargar y descargar el maletero, la posición de conducción más elevada que permite controlar mejor el tráfico, así como un diseño diferenciado tanto para el exterior como para el interior, lo hacen un modelo apetecible para los consumidores. Hoy, en Actualidad Motor, lo probamos asociado al acabado GT Line, con el motor diésel 2 litros de 150 CV y cambio manual de 6 velocidades.
Con un exterior innovador y diferenciado
Decíamos que este Peugeot 3008 tiene un diseño diferente al del resto de fabricantes. Esto, normalmente, suele ser una estrategia algo arriesgada, pero los franceses han conseguido una imagen que, aun siendo algo diferente a lo habitual del mercado, gusta a la mayoría del público.
En el frontal nos encontramos con un “morro” robusto y de formas afiladas que, en parte, nos recuerda al Peugeot 308 por las formas de sus característicos faros. La calandra es de grandes dimensiones, integra el logo de la marca y viene protegida por unos contornos cromados. Las formas del paragolpes son muy agudas y agresivas, lo que aumenta la sensación de deportividad. En la parte baja central encontramos una protección acabada en gris, mientras que en