Cada año por estas fechas la localidad francesa de Le Mans se convierte en el epicentro mundial del automóvil. Cientos de miles de personas entre aficionados, pilotos, comisarios y miembros de los equipos hacen que su población aumente en más de 250.000 personas para la disputa de las 24 Horas de Le Mans.
Hoy, después de la victoria de Porsche en una agónica carrera, los equipos comenzarán a recoger sus pertenencias para dejar de nuevo el paisaje del Circuito Bugatti como hace unos días. Pero lo que seguramente mucha gente no sepa, es que en solo unas semanas se disputarán allí las 24 Horas de Le Mans sobre patines.
Los días 1 y 2 de julio miles de patinadores llegados de todos los puntos de Europa y muchos otros de fuera del continente, participarán en esta prueba que se disputa eso sí sobre la versión permanente del trazado de 4,2 kilómetros y no sobre el trazado largo de la carrera de coches.
Las 24 Horas de Le Mans de patinaje son al parecer una de las pruebas más populares, estando considerado como el segundo evento de esta disciplina en Europa.
La salida al estilo Le Mans
Se da la característica de que la salida de dicha carrera, se da como se daba antiguamente la de coches y como todavía se da la de motos, con los patines a un lado de la pista y los participantes al otro, haciendo que tengan que correr, ataviarse con los patines y comenzar la carrera.
Lógicamente, se trata de una competición por equipos con sus correspondientes relevos. Solo unos pocos mortales serían capaces de aguantar 24 horas seguidas patinando, y aquí participan cientos de patinadores.
Los más rápidos hacen la vuelta al circuito en unos cinco minutos y cincuenta segundos, mientras que mucha gente se