Ya no es noticia que el Grupo PSA ha pasado unos años muy duros, en cuanto a su situación económica se refiere. La llegada de Carlos Tavares y el Plan Push to Pass han supuesto una revitalización del grupo y las marcas que lo forman muy llamativa. Gracias a ambos se ha podido producir la adquisición de Opel (y Vauxhall) y los números que acaba de anunciar el consorcio francés.
El año 2017 ya ha consumido sus seis primeros meses y como a las marcas les gusta alimentar su ego, están limitando la sequía informativa veraniega con la publicación de sus resultados económicos. La Alianza Renault-Nissan o el Grupo Volkswagen ya han hecho lo propio y como es lógico, el segundo fabricante europeo no puede quedarse rezado.
Según las cuentas que ha presentado el Grupo PSA, durante los seis primeros meses del año 2017 ha facturado un total de 26.165 millones de euros. Esta cifra representa un incremento del 5 por ciento respecto al mismo periodo del ejercicio económico pasado (2016). Dentro de este dato, hay que destacar los 19.887 millones de euros que ha facturado la división dedicada al automóvil; es decir, un 3,6 por ciento más que el año pasado.
Según los máximos responsables del Grupo PSA, estos datos han sido posibles gracias al cumplimiento de dos pilares básicos. Por una parte está el éxito comercial que están cosechando los nuevos lanzamientos de las marcas Peugeot, Citroën y DS. Por otra parte está la nueva política de precios que han establecido para cada marca y región donde están presentes.
El propio Carlos Tavares, CEO del Grupo PSA, ha declarado que
“los resultados récord se han obtenido gracias a nuestros clientes, que han convertido en un gran éxito nuestros últimos lanzamientos, y a los colaboradores del grupo, concentrados en alcanzar los objetivos del plan