Nos guste o no, por ahora el futuro del sector del automóvil está en China. La saturación del que es, a día de hoy, el primer mercado de coches del mundo aún no está próxima, por lo que las marcas de coches aún aspiran a morder un pedazo del pastel. Dentro de esta tarta, las casas que mejores porciones tienen son las premium, pues el mercado chino está polarizado en dos masas, la baja y menos pudiente que adquiere vehículos de dudosa calidad y seguridad y la más alta y pudiente que adquiere vehículos de las firmas premium.
Mercedes-Benz, dentro de Daimler AG, es una de las marcas mejor posicionadas en este país. Llevan muchos años trabajando para alcanzar la posición que tienen hoy día y como es lógico lo hacen de la mano de su fiel socio local BAIC. En este caso, ambas firmas han celebrado la puesta en marcha de la que es su nueva planta productiva en el país. Este nuevo centro está englobado bajo la firma Beijin Benz Automotive Co (nótese que por delante van los chinos) y se dedicarán básicamente a la fabricación de baterías para coches eléctricos.
Como todos sabemos China es el mayor mercado del mundo, no solo de coches con motor de combustión, sino también impulsados por baterías. Este dato es posible gracias a las amplias ayudas que da el gobierno de este país a sus ciudadanos para que adquieran este tipo de vehículos. Por ello, Daimler AG no lo ha dudado y se ha sacado de la bolsa 655 millones de euros para llevar a cabo este nuevo proyecto.
Evidentemente no lo ha hecho sola, pues BAIC también ha puesto de su parte. Este movimiento estratégico está encuadrado dentro del plan maestro que firmaron ambas firmas y que contempla la electrificación de la gama