Apenas han pasado dos meses desde que el Skoda Karoq fue presentado y hoy la marca ya ha anunciado el inicio de su producción en serie en la planta de Kvasiny, en la República Checa. La compañía ha invertido unos 418 millones de euros para la adaptación de las plantas a los modelos SUV desde 2015. Esto demuestra el interés de Skoda en potenciar los vehículos de tipo SUV, el segmento que más crece actualmente en Europa.
El Skoda Karoq es el sustituto del Skoda Yeti. La firma checa ha decidido dar un cambio de rumbo con este movimiento y enfocar su atención más en un SUV compacto que en un modelo de mayores aptitudes offroad. Tampoco es que el Yeti fuera un todoterreno puro, pero lo cierto es que no se defendía nada mal en situaciones complicadas. Ya comprobaremos las aptitudes Karoq fuera del asfalto cuando podamos probarlo. Os recordamos que las primeras unidades llegarán en octubre.
El Skoda Karoq pertenece al segmento C-SUV, por lo que podríamos considerarlo como el “hermano pequeño” del Skoda Kodiaq. El Karoq mide 4,38 metros de largo y homologa una capacidad para el maletero de 521 litros, que serán más que suficientes para unas vacaciones con la familia. Dicha capacidad se puede modular, pues las tres plazas de la segunda fila de asientos ofrecen la posibilidad de regularse longitudinalmente.
Por otro lado, el nuevo modelo checo estará disponible al inicio de su comercialización con cinco motorizaciones diferentes. Por un lado tendremos dos de gasolina con 115 y 150 CV, mientras que las mecánicas diésel desarrollan potencias de 115, 150 y 190 CV. Dependiendo de las versiones se podrá asociar a un cambio DSG de 7 velocidades y a la tracción integral. Viendo el éxito del segmento C-SUV y de la firma checa, mucho nos tememos que