Toyota ha decidido entrar por la puerta grande en el mundo de las versiones deportivas con su nuevo Yaris GRMN. El pequeño compacto japonés recibe 212 CV, todo tipo de elementos cercanos a la competición y un diseño mucho más agresivo que el resto de las versiones. El Volkswagen Polo R WRC ya tiene motivos para preocuparse.
Éramos muchos los que esperábamos una versión deportiva del Yaris, desde que en enero los responsables de Toyota anunciasen sus intenciones. Pues bien, el momento ha llegado y el lugar elegido ha sido el circuito del Nürburgring, donde se ha podido ver al GRMN demostrando de lo que es capaz.
El modelo mostrado en la pista tiene la mayoría de sus partes camufladas, pero lo que sí se conocen a ciencia cierta son todos los componentes que lo convierten un coche deportivo por derecho propio. No solo tiene casi el doble de potencia que un Yaris 110 Active, sino que tiene un diferencial mecánico tipo Torsen, que mejora significativamente la tracción y la respuesta a mucha velocidad.
Como puedes ver en la galería de más abajo, el Toyota Yaris GRMN también cuenta con unos frenos de alto rendimiento con discos ventilados de 275 mm y pinzas delanteras de cuatro pistones. Unas piezas más que notables para detener un coche que pesa solo 1.135 kg. Además, el equipo encargado de su desarrollo ha elegido los neumáticos deportivos Bridgestone Potenza RE050. Pero, donde quizá más destaca la deportividad en este compacto es bajo el capó, donde tiene una sorpresa que lo emparenta con muscle cars americanos como el Chevrolet Camaro o el Ford Mustang GT.
¿Qué tiene que ver el Yaris GRMN con los muscle cars americanos?
El motor del Yaris GRMN es un 1.8 Dual VVT-iE, cuyas siglas significan Distribución Variable Inteligente de Válvulas, con el que reduce el consumo, la contaminación y las