Si hay algo de lo que sabe la marca Zarooq, es de coches capaces de atravesar el desierto como si de un paseo por carretera se tratase. Su último lanzamiento es el Zarooq Sand Racer 500 GT, una mezcla entre deportivo y todo terreno impulsado por un motor V8 de 525 CV capaz de alcanzar los 220 km/h sobre arena.
La primera vez que se vio el Zarooq Sand Racer fue hace dos años. Por aquel entonces era un coche pensado tanto para competición como para el uso en la calle con un “modesto” motor V6 de 405 CV. Ahora eso ha cambiado, porque según el fabricante, las expectativas de sus clientes son más altas. De ahí que el 500 GT monte un motor atmosférico de 6.2 litros LT1 de General Motors. Aun así, no es su motor lo más llamativo.
Esta mezcla entre SUV y Coupé de dos puertas tiene cualidades de sobra para moverse por las dunas del desierto. Mide solo 4,2 metros, que es aproximadamente lo que mide un Citroën C3 Aircross o un Toyota GT86. Además pesa alrededor de 1.300 kg, para lo que las dos comparaciones anteriores también podrían valer. El resultado es una espectacular relación entre peso y potencia de 2,48 kg por CV, cifra que lo coloca en la categoría de los superdeportivos.
Lo que quizá pueda sorprender a algunos es que el Zarooq Sand Racer 500 GT no es un 4×4. Las únicas encargadas de moverlo son las ruedas traseras, algo que no debe hacer dudar de su comportamiento sobre la arena, si se tiene en cuenta que estos coches tienen su propia categoría en el Dakar. Por lo demás, tiene todo lo necesario para afrontar cualquier desnivel: suspensión con recorrido de 45 cm ajustable en altura, carrocería preparada para permitir unos ángulos de ataque y salida