Es probable que si hablamos del mítico Grupo C te vengan a la mente marcas como Porsche, Jaguar, Mercedes-Benz, Nissan o Toyota, pero quizá no caigas en que la firma británica Aston Martin también llegó a participar en esta disputada categoría, de gran éxito en los años ochenta. Y lo hizo en 1989 con un modelo llamado Aston Martin AMR1 que, eso sí, no cosechó ningún triunfo.
La marca inglesa fabricó exclusivamente cuatro unidades, y sólo dos de este ejemplar más ligero que ahora sale a subasta. El coche en cuestión participó en el Mundial de Prototipos y en las 24 Horas de Le Mans de la mano de la escudería escocesa Ecurie Ecosse, y fue diseñado en Canadá, aunque escondía un motor desarrollado por Callaway en Connecticut, Estados Unidos.
Este AMR1 fue la apuesta de Aston Martin en el Grupo C para enfrentarse a las marcas más famosas del panorama (Porsche, Jaguar o Mercedes-Benz), por lo que recurrió a una aerodinámica avanzada gracias al desarrollo de la carrocería en un túnel de viento, que destaca por la búsqueda del efecto suelo, el gran alerón trasero o por los conductos de aire que canalizan el flujo aerodinámico alrededor del monocasco, fabricado por cierto en kevlar y fibra de carbono.
Un único propietario… y (casi) siempre en garaje
El motor Callaway, como no podía ser de otra forma, era un enorme V8 americano, en concreto un 6.0 litros con una potencia del orden de 700 CV a más de 7.000 rpm y montado justo tras el piloto. Ésta unidad con chasis número #4 pertenece al responsable de un Club de Aston Martin de la costa este estadounidense, que lo compró directamente a fábrica y lo ha utilizado para competir en pruebas de clásicos por todo Estados Unidos. Incluso fue invitado por Lord March en 2003