Hoy día ser una marca de coches pequeña, en el inmenso océano del sector del automóvil, es prácticamente inviable. Por esta razón, existen firmas como Ferrari o Lamborghini que viven al amparo de los grandes grupos industriales que les dan protección y a su vez proporcionan ingentes recursos económicos. De no ser por Fiat Chrysler Automóbiles (FCA) o el Grupo Volkswagen ni Ferrari ni Lamborghini existirían, por lo que su reducido tamaño (en ventas) se camufla con el gran poder económico que tienen sus matrices.
Como muestra de esta situación tenemos los resultados que acaba de presentar Lamborghini relativos a los primeros seis meses del año en curso. La firma de San´t Agata Bolognese ha entregado durante el primer semestre del año un 4 por ciento más de coches que en el mismo periodo del año anterior. Este porcentaje se traduce en 2.091 coches matriculados, de los cuales 1.400 corresponden al Huracán y 691 al Aventador.
Pero además, este crecimiento no es el único que está viviendo la firma italiana. En el mes de junio la fabricación de la casa se ha situado en los 8 mil coches, pero no anualmente, sino en los tres últimos años. Con todo, los responsables de la firma han confirmado que su situación financiera va por el buen camino, ya que los últimos años han sido muy críticos. Además, para reforzar este crecimiento, Lamborghini espera que su todo camino Urus sea la piedra angular sobre la que crecer exponencialmente.
Para el próximo año las perspectivas de la marca son claras: centrarse en el todo camino Urus. Este gran SUV se fabricará en la planta de Emilia Romagna, en lugar de ensamblarse en Bratislava (de donde salen otros SUV´s del conglomerado alemán). De él se esperan fabricar al año unas 3.500 unidades, casi duplicando la capacidad productiva de