Si no teníamos suficiente con el escándalo de los diésel, que aún sigue coleando con nuevas acusaciones que, de vez en cuando, apuntan en la dirección de algún fabricante de coches, un nuevo escándalo se cierne sobre la industria del automóvil. Los fabricantes alemanes estarían siendo investigados por la Comisión Europea, y el Bundeskartellamt, tras haber recibido una serie de informaciones que apuntarían en la dirección de un cártel. Según publicaba Der Spiegel en los últimos días, y aunque la Comisión Europea no ha dado más detalles de los que ya hemos mencionado en este párrafo, en este cártel, que aparentemente habría tenido que ver con la decisión de los componentes a utilizar en sus coches, incluido el relacionado con la reducción de emisiones de los diésel, se habrían asociado ilícitamente marcas como Audi, BMW, Mercedes-Benz, Porsche y Volkswagen. ¿Pero qué es lo que sabemos al respecto? He aquí las 5 claves del cártel de marcas alemanas que trascendía tras la publicación de una noticia por Der Spiegel el viernes pasado, y la posterior confirmación por la Comisión Europea de que hay una investigación en marcha.
1. ¿Qué es un cártel?
Aunque parezca un contrasentido, el libre mercado se garantiza gracias a una regulación férrea y a la vigilancia continua de las empresas que intervienen en él. Esa vigilancia regula y persigue que existan prácticas que estén destinadas a fijar precios finales a clientes, o con proveedores, ajustar la producción, y en definitiva movimientos que disuaden a una marca de ser competitiva empleando prácticas naturales y legales, afectan negativamente a sus clientes y sus proveedores, y sobre todo les sitúa en una posición de ventaja competitiva ilegal frente a otros fabricantes.
El cártel más obvio es el que busca un pacto de precios, pero también el menos inteligente. Cuando un grupo de empresas