Se llevaba unas semanas rumoreando y al final se ha confirmado. Porsche dejará los prototipos del Campeonato del Mundo de Resistencia (WEC) a finales de 2017 para centrar sus esfuerzos en su entrada en la Fórmula E en 2019, cuando se liberalicen los monoplazas de la categoría eléctrica. La marca de Stuttgart, no obstante, se mantendrá en las competiciones internacionales de GT.
Si al principios de esta misma semana era Mercedes quienes anunciaban que en sus planes deportivos para hacer un hueco a la Fórmula E prescindirían del DTM, ahora ha sido Porsche el que ha confirmado la noticia.
El reajuste en los planes de competición se deriva del rumbo establecido por la compañía en su Porsche Strategy 2025, donde se contempla un desarrollo que combine los vehículos GT puros y los deportivos completamente eléctricos, como es el caso del primer coche de carretera movido al 100% por baterías, el Mission E.
«La creciente libertad para el desarrollo tecnológico propio hace que la Fórmula E sea atractiva para nosotros. Porsche está trabajando en innovadores conceptos de propulsión alternativos. Para nosotros, la Fórmula E es el entorno competitivo más vanguardista de cara al desarrollo de vehículos de altas prestaciones que tengan en consideración aspectos como el respeto medioambiental, la eficiencia y la sostenibilidad» Michael Steiner, miembro del Consejo de Dirección de Porsche AG como responsable de Investigación y Desarrollo.
El Campeonato del Mundo de Resistencia se queda de esta forma con una única marca en LMP1 para la próxima temporada y, por extensión, para las 24 Horas de Le Mans. Eso siempre y cuando Toyota, ante la ausencia de competidores, no decida poner fin a su proyecto también.
Como hemos visto en los últimos meses, la Fórmula E parece ser el futuro de la competición automovilística y Porsche no