Año 1992. España afronta con ilusión uno de los acontecimientos más importantes para el país de las últimas décadas y todo el mundo sigue con atención los que a la postre entrarían en la lista de los mejores Juegos Olímpicos de la historia y el catalizador de la transformación de una ciudad, los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Con su fábrica a 15 minutos en coche de la Villa Olímpica, os podéis imaginar que esta era una oportunidad que SEAT no podía dejar pasar. Y así, entre otras muchas acciones, nacería el SEAT Toledo Podium, una versión de lujo del SEAT Toledo de primera generación que recibieron 23 atletas españoles que obtuvieron una medalla en los Juegos Olímpicos. ¿Pero cómo era el SEAT Toledo Podium? Y aún más interesante, ¿qué sucedió con aquellos 23 – o mejor dicho – 25 coches?
Durante la organización de los Juegos Olímpicos los 400 voluntarios que trabajaron en la Villa Olímpica de Barcelona 1992 tuvieron a su disposición una flota de 2.000 vehículos, en su mayoría SEAT Ibiza y SEAT Toledo. SEAT decidió animar a los atletas españoles con un aliciente extra, aunque seguro que no tan deseado como el premio que lo motivaba, se llevarían una edición especial del SEAT Toledo Podium si conseguían una medalla.
Aquel SEAT Toledo Podium se convertiría, con diferencia, en el SEAT Toledo más lujoso de la época, y quizás de la historia en relación con el resto de la industria en los años que se fabricó.
SEAT creó un Toledo de lujo como premio para los medallistas españoles
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El SEAT Toledo Podium, que se puede ver a duras penas rodeado de gente en la ceremonia de entrega, contaba con un acabado de pintura en azul marino. Pero eso era solo el principio, porque lo más interesante