Las 24 Horas de Le Mans en particular, y el Campeonato de Mundo de Resistencia en general, han conseguido ganarse al público en los últimos años. La competitividad presente en la pista en 2016 entre Audi, Porsche y Toyota no dejó indiferente a nadie. Tres fabricantes luchando de igual a igual por la victoria es algo que hacía años que no se podía ver en pista en un Campeonato FIA.
De hecho, incluso cuando los de los cuatro aros anunciaron su marcha de la categoría, los aficionados se mantuvieron fieles a sus principios y la edición de 2017 fue un éxito rotundo, a pesar de la hecatombe de Toyota. Pero ¿qué va a ser ahora de una de las carreras de la Triple Corona del Automovilismo? Podíamos casi ir dándoles el ansiado trofeo a Toyota, o no.
Con el anuncio de la retirada de Porsche de las 24 Horas de Le Mans 2017 es inevitable pensar qué sucederá con la categoría a la que acaba de dejar huérfana. Por lo pronto, no parece posible que la organización, el Automobile Club de l’Ouest (ACO), pueda convencer a otra marca antes de la próxima temporada.
Demasiado pronto para Peugeot
En las fechas que estamos sería prácticamente imposible desarrollar un proyecto desde cero. Además, con el cambio drástico de normativa en 2020, el prototipo que fabricasen solo tendría una validez de dos años antes de tener que cambiarlo por completo.
En los últimos años se habló de una posible vuelta de Peugeot a la categoría siempre y cuando se redujesen los gastos para los fabricantes. Sin embargo, no parece que los franceses estuviesen pensando en 2018 para volver. Lo lógico, si se deciden, sería para 2020. Si no deciden dar también la espantada a la Fórmula E -que últimamente nunca se sabe- donde