El Festival de la velocidad de GoodWood se está llevando a cabo durante estos días y las principales marcas de deportivos no han querido quedarse fuera. Entre los principales asistentes están Aston Martín, Jaguar, McLaren, Maserati y como no, Rolls Royce. En este caso, la casa inglesa ha decidido llevar a la cita una versión aún más exclusiva de su descapotable Dawn.
El Rolls Royce Dawn es un descapotable de números extraordinarios. El primero de ellos es su tamaño, pues con 5,3 metros supera por mucho a los más grandes de su categoría. En este caso, se ha aplicado al Dawn el paquete Black Badge que se presentó el año pasado sobre el Coupé Wraith. La primera diferencia que existe entre el cabrio “normal” es su potencia, pues pasa de los 570 cv a los 601 cv y 840 Nm de par.
Con este motor, el Rolls Royce Dawn Back Badge es capaz de mover las 2,6 toneladas que pesa de forma solvente. Marca un 0 a 100 kilómetros por hora en sólo 4,9 segundos gracias a que la caja de cambios de corte automática y 8 relaciones está perfectamente escalonada. La velocidad máxima no ha sido desvelada, pero a tenor del incremento de tamaño que han sufrido los frenos, es probable que ronde los 300 kilómetros por hora.
Una de las chucherías que le ha introducido Rolls Royce a su Dawn es un sistema de escape que cuenta con una función especial “Low”. Con ella activada, el sonido que emite el motor se torna más grave, haciendo que su estampa se vuelva más deportiva. Para rematar el conjunto del Dawn Black Badge tenemos una capota de lona en tono negro, cuero negro por doquier (con inserciones en naranja), una parrilla frontal y espíritu del éxtasis pintados en cromo oscuro y un tono