Ayer conocimos los principales datos del nuevo Audi A8, justo a tiempo de asistir a la presentación estática de la renovada berlina de la marca de los cuatro aros. El Audi Summit, que es como la marca ha bautizado lo que ya es, de facto, una interesante alternativa a los salones tradicionales, nos sirvió para conocer los detalles del nuevo Audi A8, antes de hacernos a la carretera con uno de ellos.
El caso es que, toqueteando los mandos de la berlina, descubrimos que la pantalla táctil no respondía al tacto con la agilidad que puede tener una pantalla de smartphone actual. Y fue sorprendente el porqué de ese comportamiento.
En este breve vídeo, realizado de forma improvisada, al tocar la pantalla se evidencia que resulta necesario realizar dos veces cada pulsación para obtener una respuesta. Realmente, la primera pulsación la realicé como lo haría con mi teléfono móvil, un sencillo Sony Xperia XA-1, para comprobar que había que darle más duro si quería que los iconos respondieran a mi gesto.
Arrugué el morro, porque me imaginé conduciendo y peleando con la pantalla. Si ya mi opinión sobre el mundo táctil llevado al entorno de las cuatro ruedas me parece un riesgo innecesario, aunque seguramente rentable para los fabricantes, mi primera impresión sobre el sistema me dejó una inquietud aún mayor.
Mi impresión cambió, en parte, cuando escuché el razonamiento por el cual la pantalla táctil del nuevo Audi A8 está un poco sorda. Es algo premeditado. Durante la demostración que nos realizó uno de los ingenieros de Audi, no sólo vimos de forma clara cómo el reconocimiento de la escritura forma parte ya de una característica pensada para facilitar la vida al conductor…
Una publicación compartida de Motorpasión (@motorpasion) el 11 de Jul de 2017 a la(s) 1:18