Un año más hemos dado una vuelta (muchas vueltas) por el Race Tour Jarama de Volkswagen, un curso de conducción con el que la firma alemana pretende enseñar lo que sus últimas novedades son capaces de hacer a través de circuitos en pista y pruebas off-road. Y el escenario elegido fue el madrileño trazado del Jarama.
A través de cuatro módulos comprobamos cómo se las apañan en el mítico circuito el Golf GTI, el Golf R y el híbrido enchufable Golf GTE. Las pruebas en paddock revolucionaron el Passat GTE y pudimos también poner a prueba la estabilidad en la zona off-road del Touareg y el Tiguan. Todo esto en una mañana.
Un buen ejercicio de fidelización
Con un enfoque tecnológico y orientado a la seguridad, nació hace ahora 14 años el Race Tour. Un curso de conducción con el que Volkswagen pretende acercar a sus clientes y alumnos la última tecnología que incorporan sus modelos y mostrarles todo el potencial de los sistemas de ayuda a la conducción y seguridad que equipan los vehículos de su gama.
Entre los objetivos de este curso, además del destacable ejercicio de fidelización, está mejorar la técnica de conducción e incrementar la seguridad al volante.
La premisa en torno a la cual gira el mensaje de Volkswagen es clara: innovación y sostenibilidad. Después de la que le está cayendo a la firma alemana tras el Dieselgate, está claro que ha tomado un camino hacia la hibridación y la electrificación en su gama. Un punto y a parte.
A medida que se iba desarrollando el briefing, con Luis Moya y Andy Soucek de embajadores, parecía que se nos hablaba una marca completamente distinta a la era anterior a 2015: implementación de una red de supercargadores mejores que los de Tesla, Car-Net, conectividad y prestaciones de infarto que nada