Probablemente recuerdes al Seat Arosa. Fue un modelo perteneciente al segmento A que se comercializó en los últimos años de los 90 y principios de la siguiente década. Sus compactas dimensiones hacían que fuera un excelente urbano, pero sus prestaciones dinámicas dejaban mucho que desear. No era ese su objetivo.
En la mayoría de circuitos de velocidad de todo el mundo suele haber jornadas para que particulares entren con sus vehículos a quemar adrenalina y, como ya te podrás imaginar, pocos se mantienen de serie. En estas tandas podemos ver coches de todo tipo. Lo que no nos esperábamos es que un Seat Arosa pudiera codearse con superdeportivos que superan los 200.000 euros en el mercado. Atento al vídeo.
Según la descripción del vídeo en YouTube, el Seat Arosa que vemos originalmente venía con un motor 1.0 de 50 CV, la versión menos potente comercializada del modelo español. Lógicamente, no mantiene el mismo propulsor. Al parecer, esta unidad ha visto sustituido su pequeño motor por un 1.8 turbo con cinco válvulas por cilindro procedente de un Seat Ibiza Cupra. Dotándolo de un turbo con mayor caudal, inyectores, intercooler y una reprogramación, se ha situado en nada menos que 350 CV.
La potencia sin control no sirve de nada, como rezaba el lema de cierta compañía de neumáticos. A pesar de contar con neumáticos semi-slicks, se nota que ha este pequeño urbano le cuesta digerir el aumento de potencia a la salida de las curvas, pues vemos en varias ocasiones como la rueda del lado interior de la curva desliza sobre el asfalto. Por otro lado, el pequeño modelo español monta un equipo de frenos bastante más potente, que proviene del Audi S2.
Se ve que el conductor no se lo pasa nada mal peleando con coches tan dinámicos como los Nissan GT-R, Porsche 911,