Si eres de lo que dices eso de «de toda la vida se ha tomado el Larios con tónica y no había tanta tontería», no sigas leyendo. Porque si ya te parecía excesivo lo de los bares especializados en gintonics y la burbuja que se ha creado en torno a la ginebra, lo que vas a leer te va a remover las entrañas. The Archaeologist es una ginebra de 1.000 euros que contiene partes de motores de Harley Davison. Así, sin anestesia.
Las tres variantes a la venta contienen las tuercas de un motor Knucklehead de 1947, los balancines de un motor Panhead de 1962 y las levas de un motor Flathead de 1939. Sí, flotando, dentro de la botella.
Los tesoros del arqueólogo
Uwe Ehinger, apodado ‘el Arqueólgo’, es el alma máter de este proyecto. Afirma que desde los 17 tiene una fiebre incurable llamada «el virus Harley», y desde entonces ha dedicado su vida a buscar en garajes remotos y tierras olvidadas reliquias de la mítica marca de Milwaukee.
Cada vez que encuentra alguna pieza rara y única, Ehinger piensa cuidadosamente de qué forma puede darle una segunda vida. Y un día surgió la idea de que la mejor forma posible de preservar estas piezas que tantas expediciones le habían costado, era metiéndolas en una botella de ginebra.
¿Pero esto sabe a metal? ¿Será higiénico? Nosotros no hemos tenido la oportunidad de probarla (la copa sale un poco cara), pero su creador afirma que todos los componentes están limpiados a fondo e impermeabilizados con una aleación de estaño, de forma que el líquido sea seguro de ingerir al contacto con la pieza.
Para que te hagas una idea, los tornillos que ves arriba son las piezas del motor Knucklehead que van en