El nombre de Zaccheo Giovani Pamio ha pasado desapercibido injustamente durante el desarrollo del entramado Dieselgate. No te suena, ¿verdad? Pamio, antiguo responsable de desarrollo en los motores de Audi, no ha sido el primer detenido por el engaño de emisiones, pero sí uno de los más importantes. Y parece que va a dar mucho juego.
Audi ha anunciado nuevos nombramientos en las áreas de Finanzas, IT e Integridad, Marketing y Ventas, Recursos Humanos y Organización, y Producción y Logística; una reestructuración del Consejo de Administración que se ha solapado con las acusaciones de Pamio de que los peces gordos de la firma eran conscientes, hace más de una década, de que sus vehículos no podían cumplir legalmente las normas de emisión estipuladas.
Pamio, tratado injustamente por ser italiano (en serio)
A sus 60 años de edad, Pamio ha sido acusado formalmente de fraude y publicidad desleal, cargos a los que habrá que sumar los aún más graves presentados por la justicia estadounidense presentados ante el tribunal de Detroit: conspiración y violación de leyes medioambientales americanas.
El ex empleado ha estado recluido en una cárcel de Múnich desde julio a petición de los investigadores estadounidenses, que se espera que presenten una solicitud formal de extradición en los próximos días. La Fiscalía alemana está investigando a unas 40 personas; la gran mayoría son ciudadanos alemanes que, según la ley alemana, no pueden ser extraditados a los Estados Unidos. Como ciudadano de Italia que vive en Alemania, Pamio no goza de las mismas protecciones.
Según relata The New York Times, el abogado de Pamio ha afirmado que está sufriendo en la cárcel y siendo tratado «injustamente por las autoridades simplemente porque es italiano». Sí. Si no fuera italiano, otro gallo cantaría, seguro.
Imagen de la denuncia penal interpuesta por el Tribunal de Distrito de Estados