Son innumerables las veces que todos los que por aquí pasamos hemos fantaseado con nuestro garaje ideal y, reconócelo, venderías tu alma por tener una nave llena de tus coches favoritos. Este tipo de sueños húmedos en Estados Unidos se materializan con relativa facilidad, pero hay ocasiones en las que roza lo enfermizo.
El caso que te vamos a enseñar a continuación no es nuevo ni mucho menos pero es muy ilustrativo de lo diferentes que son las cosas para un aficionado a los coches al otro lado del charco. Nuestro protagonista Rick Treworgy llegó al extremo de comprar un Walmart (una famosa cadena de hipermercados) cerrado para dar cabida a toda su colección. ¿Y cuántos hacen falta para tener que comprarte un Wallmart? ¡225 coches!
Walmart + 225 clásicos americanos = Muscle Car City
Con todos sus juguetes, herramientas y piezas de recambio recogidas bajo el mismo techo, podríamos pensar que este hombre tiene una especie de diógenes automotriz o algo por el estilo, pero no. Simplemente se trata de una persona capaz de dar forma a sus sueños. Sueños sobre General Motors convertidos en un enorme edificio repleto de Chevrolet en su mayoría, rescatados del abandono en muchos casos y restaurados a lo largo de 40 años.
El resultado de la enfermedad de Rick se ha materializado en Muscle Car City, un museo abierto al público de más de 9.000 metros cuadrados por los que recorrer la historia de los coches americanos a lo largo de 80 años. Así que si pasas por Punta Gorda (Florida) y te sobran 12,50 dólares ya tienes plan.
El coste verdaderamente accesible de los vehículos en Estados Unidos, una cultura