La falta de infraestructuras es probablemente el mayor reto al que se enfrentan los vehículos eléctricos, y es que si bien en ciudades y grandes áreas urbanas es relativamente sencillo poder instalar estaciones de carga rápida, en lugares remotos resulta tremendamente costoso montar puntos de recarga rápida.
Renault y Connected Energy acaban de anunciar una solución bastante brillante y asequible para este problema, denominada E-STOR. Básicamente, se trata de estaciones de carga que utilizan baterías recicladas de coches eléctricos de la propia Renault, dándoles así una segunda vida.
De momento, las dos compañías han instalado dos estaciones de recarga en áreas de descanso de autovías belgas y alemanas, pero el proyecto podría expandirse mucho más.
«Estamos desarrollando una gama de sistemas E-STOR, algunos de ellos como los instalados en Bélgica y Alemania, diseñados para reducir el coste de los puntos de recarga de los coches eléctricos», afirma Matthew Lumsden, director gerente de la empresa británica Connected Energy. «Ahora estamos hablando con diversas partes sobre el proyecto en Reino Unido y Europa, deseando expandirlo en los próximos meses», concluye.
La clave de E-STOR es que las baterías reutilizadas se cargan a baja potencia, pero permiten después recargar vehículos eléctricos a mucha mayor potencia
¿En qué consiste E-STOR?
El funcionamiento de estas estaciones de recarga, cuya principal ventaja es reducir de manera muy importante el coste que tendría ofrecer carga rápida en lugares remotos, hace uso de baterías usadas de Renault, que se cargan a baja potencia -aquí está la clave- y después son capaces de liberar esa energía a mucha más potencia. Suficiente para carga rápida de vehículos eléctricos.
La solución, económica y de sencilla instalación, es ideal para aquellos lugares en los que ofrecer un servicio de carga rápida sería extremadamente costoso. Además, podría tener múltiples aplicaciones en otros ámbitos, como el uso doméstico e individual,