La pesadilla Takata sigue su curso en un segundo plano tras declararse el fabricante japonés en bancarrota y confirmarse la muerte número 19. Ahora Nissan ha acordado pagar 97,7 millones de dólares (unos 83 millones de euros) para resolver demandas colectivas de pérdidas económicas en Estados Unidos relacionadas con la retirada de 4,4 millones de vehículos con airbags Takata.
El acuerdo de Nissan sigue a otro de 471 millones de euros con Toyota, Subaru, Mazda y BMW alcanzado en mayo y con el que compensarán a los dueños de 15,8 millones de vehículos con airbags Takata.
Nissan no admite culpa en el acuerdo
Todos los pactos alcanzados hasta ahora incluyen un programa de extensión para contactar a los propietarios de vehículos retirados y para tratar el bajo número de reparaciones terminadas. Según Reuters, a finales de junio, sólo el 29,9 % de los vehículos de Nissan retirados con los infladores Takata habían sido arreglados.
Y recordemos además que la peligrosidad de estos airbags radica en que una de las piezas situadas en el disparador se rompe de una forma no prevista por sus diseñadores, fragmentándose en pequeños trozos metálicos que se convierten en metralla.
Una de las víctimas fue precisamente un mecánico que manipulaba uno de estos dispositivos, por lo que el peligro es real con el coche en marcha ante un impacto, y también a la hora de manipularlo. Además, los fabricantes no tienen forma de saber qué vehículos están afectados por el peligroso defecto; de ahí las llamadas a revisión masivas y la imposibilidad de concretar modelos.
El acuerdo también cubre la compensación por pérdidas económicas, incluyendo los gastos de bolsillo, alquiler de coches para algunos propietarios, un programa de asistencia al cliente para reparaciones y ajustes, incluyendo una garantía extendida. Esto, en Estados Unidos.
Nissan dijo que el pacto «tiene como objetivo aumentar