Lexus apostó hace tres años en producir únicamente vehículos híbridos y, dejando a parte la gama F entre los que se encuentran el RC F y el GS F, cumplieron su promesa. Cuando te subes en un vehículo de la última generación de Lexus lo que te transmite, en el primer momento nada más verlo, es diseño y elegancia. Sus líneas son finas, afiladas, onduladas y agresivas. Todo eso en un mismo coche.
Aunque el Lexus IS 300h es una berlina mediana que compite directamente con sus rivales alemanes, BMW Serie 3, Mercedes-Benz Clase C y Audi A4, aporta algo diferenciador, y es la tecnología híbrida de la que dispone toda la gama de la marca japonesa. Además de esta seña de identidad, el diseño es otra de las partes fuertes de este modelo nipón.
Vídeo análisis
Del IS-F al IS 300h
Como sabéis, Lexus, que significa Luxury EXport United States, fue creada por Toyota en 1989 como su marca secundaria de alta gama con la que competiría contra los europeos, Mercedes-Benz, Audi y BMW, en Estados Unidos en un principio. Estrategia similar a la que adoptaron Honda con Acura y Nissan con Infiniti.
Imagino que para una marca no debe ser fácil eliminar un vehículo deportivo como hizo Lexus con el IS-F en Europa. Por ejemplo, en España, solo existe una motorización para el IS 300h, el famoso sistema híbrido, compuesto por un motor de 4 cilindros y 2,5 litros de cubicaje y un motor eléctrico. En cambio, si nos vamos a Estados Unidos, encontraremos una Lexus mucho más cambiada, con motorizaciones de 4 cilindros en línea y 6 cilindros en V, que generan desde 241 hasta 306 CV, además de posibilidad de elegir tracción trasera o total.
Como véis, Lexus sabe adaptarse a los mercados, sabiendo elegir lo que más ventas tiene en cada