Para muchos, el homenaje de Quentin Tarantino al subgénero del motor cinematográfico en ‘Death Proof’ constituye una pequeña obra de culto de aires setenteros y la mejor persecución de la historia; para otros, el tropiezo de un gran director. Sea como sea, el Chevrolet Nova de 1970 o el Dodge Challenger de 1971 que la protagonizaron pasaron a la historia más actual del cine.
Ahora, uno de los dos Challengers que sobrevivieron a la película de 2007 se subasta en eBay hasta dentro de cinco días. El coche en el que Zoe Bell trataba de no morir mientras era perseguida por el maníaco Stuntman Mike alcanza en estos momentos unos asequibles 12.800 dólares, y sigue subiendo.
Con los destrozos auténticos
‘Death Proof’ es un homenaje para ese cine que contaba entre su metraje con una persecución espectacular, con coches potentes y motores sonando a todo volumen en la sala. El Challenger que se subasta es tan auténtico que lleva en su pintura las marcas de los golpes que pudimos ver en la película.
El coche fue vendido por la productora en enero de 2007 entre otros vehículos y restos de la película. Fue fabricado como réplica al de la película de 1971 Vanishing Point y conducido por la actriz Sydney Tamiia Porter, Rosario Dawson y Zoe Bell.
En este vídeo podemos ver cómo los actuales dueños compraron el vehículo en Australia, y de paso un Ford Falcon XB Mad Max Interceptor.
Según el vendedor el coche está en buenas condiciones; algunos de los daños en la chapa y pintura fueron tapados durante el rodaje. Como curiosidades, aún lleva el soporte de la cámara con la que se grabó su paso por la película y la radio es falsa. Un trozo de plástico.
Y si te preguntas dónde anda