Es un rumor persistente desde hace unos días: existe la posibilidad de que SEAT haga de Cupra una marca separada, tal y como te contamos aquí.
Convertir a Cupra en una división aparte de SEAT, al estilo de Abarth para Fiat, suena muy bonito y motivador, pero no es una tarea sencilla. Aunque el actual presidente de SEAT, el italiano Luca de Meo, fue el artífice, entre otros lanzamientos, del Fiat 500 y de la división Abarth, ¿podrá replicar ese éxito con Cupra?
¿Es pertinente?
SEAT lleva tiempo buscando su hueco en la galaxia del grupo Volkswagen. Su margen de maniobra suele ser estrecha, pues debe componer con una Skoda que hace volumen (lleva desde 2014 vendiendo más de un millón de unidades al año y se plantean vender en EE.UU.) y la propia Volkswagen, lógicamente intocable en el seno del grupo.
Durante un tiempo, a SEAT se le dio el papel de la deportividad, una suerte de Alfa Romeo española (acuérdate del lema “auto emoción”), pero no terminó de cuajar y para salir de los números rojos tuvo que volver a productos más consensuados (Seat León, Ateca, etc). Y funciona, pues en 2016 generó 232 millones de euros de beneficios (cuando en 2015 fueron tan sólo 6 millones de euros). Es más, a junio de 2017 la marca española ya había vendido un total de 246.500 coches.
De este modo, SEAT mira al futuro con más tranquilidad y prepara hasta seis nuevos modelos de aquí a 2020. Así, la creación de una marca Cupra podría ser otro movimiento estratégico de la marca para consolidar su buena salud.
A SEAT se le dio el papel de la deportividad, pero no terminó de cuajar y para salir de los números rojos tuvo que volver a productos más consensuados
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