Desde que el fabricante sueco Volvo fuera adquirido por el chino Geely su suerte ha cambiado radicalmente. Ha pasado de estar al borde de la desaparición por la inacción de Ford a ser una de las firmas que mayor crecimiento está registrando en el mercado premium. Para llegar a esta situación sólo se ha necesitado una inversión fuerte en nuevo producto y un plan estratégico a la altura de las ambiciones de la marca.
Geely no es tonta y sabe que Volvo tiene un elevado potencial de crecimiento. Por ello, lejos de reducir su radio de acción le ha dado a Polestar como su división deportiva y ahora la van a explotar. La forma de llevar a cabo este trabajo radica en que su rama deportiva se centrará en diseñar, desarrollar y fabricar deportivos que puedan poner contra las cuerdas a los de las marcas alemanas.
Los planes inmediatos de Volvo pasan por dos lanzamientos que han de abrirle las puertas al mercado de volumen que realmente necesitan. La nueva generación del XC40 no debería tardar más de dos años en llegar al mercado, pero lo mejor de todo es que este SUV no llegará solo al mundo. Ya sabemos que habrá una nueva generación S40 pero también podríamos encontrarnos una sorpresa en sus concesionarios un S50.
Al parecer, la firma sueca habría registrado en la oficina de patentes y marcas de su país la denominación comercial S50. Hasta ahí podemos hablar de información real y veraz, pero también, a partir de ahí, podemos especular con un mundo de fantasías. Si nos hacemos caso de los rumores que se oyen por la red, la firma sueca podría estar preparando una versión coupé de su próxima berlina S40.
Sin embargo, existe una pequeña duda. Hasta nuestros días Volvo ha denominado a sus versiones coupés por la