Tras casi nueve décadas integrado en General Motors, el fabricante alemán Opel cambiaba de manos el pasado mes de agosto, cuando se hizo efectiva su compra por parte del Grupo francés PSA, convertido así en el segundo mayor fabricante de automóviles de Europa. Ahora, el futuro de miles de puestos de trabajo en Alemania están en riesgo.
El Grupo PSA, y en concreto el responsable de desarrollo Gilles Le Borgne, ha anunciado recientemente a medios asociados a Automotive News que los productos Opel comenzarán gradualmente a utilizar plataformas y motores de origen PSA. «Esto no ocurrirá de la noche a la mañana. Llevará unos pocos años», afirma Le Borgne.
La retirada de motores Opel podría empezar pronto, en parte porque PSA quiere deshacerse cuanto antes de la tecnología de General Motors sujeta a patentes y licencias de uso. «Todos nuestros motores PSA actualmente se atienen a la normativa vigente en todos los mercados en los que hacemos negocio. Nos aseguraremos de que ocurre lo mismo con los motores Opel», comentaba el jefe de desarrollo de PSA.
Además, el futuro de un hipotético SUV de grandes dimensiones de Opel, posicionado por encima de los Crossland X y Grandland X, es incierto tras la compra por parte de PSA. En cualquier caso, el modelo podría llegar más adelante, pero muy probablemente sobre un plataforma del grupo francés.
Miles de puestos de trabajo, en el aire
De momento es un misterio si PSA continuará usando algunos motores Opel en un futuro: «Nada se ha decidido aún, pero Opel deberá llevar a cabo mejoras sustanciales en materia de eficiencia». En caso negativo, sería una muy mala noticia para miles de empleados alemanes de Opel, como los 3.000 ingenieros que han trabajado principalmente en projectos de General Motors.
Hace apenas un año Opel inauguraba su nuevo centro de pruebas de motores