Las firmas dedicadas a la fabricación y venta de súper deportivos tienen un horizonte negro ante las cada vez más restrictivas normativas anti contaminación. Aston Martin intentó, con el desastroso Cygnet, vender un modelo con el que reducir sus emisiones medias, pero como el invento no salió bien lo cancelaron antes de tiempo. Agotada la vía de crecer hacia abajo con modelos de acceso sólo les queda dos caminos, o hibridar su gama o electrificarla.
Teniendo en cuenta esta situación Aston Martín ha decidido coger ambos caminos a la vez. Según Andy Palmer, CEO de la firma, los ingenieros de la marca están trabajando para hibridar y electrificar su gama de modelos antes del año 2030. La primera piedra de esta nueva estrategia pasa por el RapidE eléctrico, pues servirá como avanzadilla para mejorar la tecnología y mostrar a los clientes de la marca de lo que son capaces.
En esta línea, Palmer ha declarado ante los medios que
“Aston Martin será 100% eléctrica entre 2020 y 2030” “Fabricaremos nuestro propio motor V-12 ya que creemos que los EV´s son una tecnología básica y queremos hacerlo nosotros mismos” “El RapidE representa un futuro sostenible en el que los valores de Aston Martin de estilo seductor y rendimiento coexisten con un nuevo tren de potencia con cero emisiones”
Según las primeras estimaciones de la marca, para el año 2030 sus ventas deberían estar en un 25% de vehículos eléctricos y el resto deberían repartirse entre los híbridos y los que queden con mecánicas tradicionales. Para lograr este dato, según los responsables de Aston Martin ya se está produciendo el primer All-Electric Aston Martin, por lo que la tecnología ya estaría en fases de pruebas.
Habrá que ver si Aston Martin es capaz de llevar a cabo estos ambiciosos planes, pues quiere hacerlo sola y sin la