Si echamos la vista atrás, en concreto a mayo de 2017, el anuncio por parte del Ayuntamiento de Madrid de la llegada de un nuevo sistema de movilidad dividía a la opinión pública. A la remodelación y peatonalización parcial de la Gran Vía se unía la prohibición de circulación a partir de 2025 de vehículos diésel anteriores a 2006 y los gasolina anteriores a 2000.
Estas medidas, enmarcadas dentro del Plan A de Madrid («porque no hay plan b posible») incluyen una novedad que el Ayuntamiento ha hecho pública hace unas horas: a partir del 1 de enero de 2018 los nuevos taxis deberán tener etiqueta ECO o CERO de la DGT. Esto es, deberán ser ecológicos. La nueva Ordenanza incluye, además, que los titulares de licencias puedan elegir libremente cualquier vehículo del mercado, siempre que no excedan los límites de emisión contaminante.
Solo podrán contaminar los vehículos adaptados
De esta forma, la Junta de Gobierno ha aprobado inicialmente la modificación de la Ordenanza del Taxi, introduciendo estas dos novedades, que se veían venir: a finales de 2016 el Ayuntamiento madrileño ya tenía estudiados planes para electrificar la flota de taxis. Ahora, el cambio de vehículos para el servicio del taxi por otros menos contaminantes se incluye entre las medidas del Plan A de Calidad del Aire y Cambio Climático, anunciadas en marzo de 2017.
Actualmente un 36,47 % de la flota cuenta con etiqueta ECO de la DGT y un 0,18 % con etiqueta CERO.
Así que el 1 de enero todos los taxis que se incorporen al servicio deberán ser ecológicos, excepto los eurotaxis, que quedan exentos debido a la limitada oferta comercial. Recordemos que estos vehículos adoptan las medidas accesibilidad pertinentes para el transporte de viajeros con discapacidad.
¿Y a qué equivalen las etiquetas ECO o CERO que deberán llevas los