Mercedes-Benz desvelará en el Salón de Frankfurt el Mercedes GLC F-Cell en su versión de preproducción. Este GLC combina la pila de combustible de hidrógeno y las baterías de un coche eléctrico para convertirse en un híbrido hidrógeno/eléctrico plug-in.
La tecnología fuel cell no es nueva en el grupo Daimler, pues llevan más de 30 años desarrollando prototipos e investigando la movilidad con pila de combustible. Tras el éxito de las pruebas realizadas con una flota Mercedes Clase B, estuvo incluso a punto de lanzarlo al mercado en 2014. Finalmente, será el Mercedes GLC F-Cell EQ Power el que tenga ese honor.
De pila de combustible e híbrido
La mayoría de fabricantes apuestan por tener uno o más modelos híbridos enchufables en sus futuras gamas, tanto que de la sensación que acabarán siendo la norma. Pero tan sólo unos pocos apuestan por la pila de combustible (fuel cell) de hidrógeno.
El Honda Clarity FCV y el Toyota Mirai, que probamos brevemente en Zaragoza, son actualmente los dos únicos modelos fuel cell disponibles en el mercado (bueno, en unos selectos mercados). Tras su presentación en el Salón de Frankfurt, el Mercedes GLC F-Cell EQ Power será el tercero en discordia. Y casi literalmente, pues será un híbrido -fuel cell/eléctrico- enchufable.
En lugar del clásico motor de combustión del resto de la gama GLC, el Mercedes GLC F-Cell, equipa una pila de combustible que genera electricidad gracias la reacción química entre el oxígeno y el hidrógeno (almacenado, éste, a una presión de 700 bares en dos depósitos de fibra de carbono).
En el prototipo del GLC F-Cell, la batería de iones de litio, recargable en marcha o vía un toma externa, tiene una capacidad de 9 kWh que proporcionaría una autonomía de 50 km en modo eléctrico (500 km si usamos el hidrógeno).
Dos años de desarrollo
Mercedes-Benz