Este señor sudafricano podría pasarse las tardes sentado en el sofá de su casa mientras ve cómo la marca que ha creado hace dinero por sí sola, sin necesidad de publicidad. Pero en vez de eso, Elon Musk ha decidido llegar a donde nadie lo ha hecho (bueno, Matt Damon sí): Marte. Con motivo de la celebración del Congreso Internacional de Astronáutica en Australia, Musk ha detallado el proceso evolutivo que ha sufrido su sistema de transporte interplanetario desde 2016.
El juguete que conseguirá convertirnos en una especie interplanetaria ha sido bautizado como ‘BFR’, acrónimo -que no traduciremos- de ‘Big Fucking Rocket’. El monstruo espacial, más grande que el Saturno V de la NASA, será reutilizable y tendrá capacidad para llevar a 100 personas a una velocidad de 27.000 km/h no solo a Marte, a cualquier parte del mundo en menos de una hora.
BIG: más grande que el de la NASA
A casi 122 metros de altura se alza el súpercohete de Musk, que tiene 12 metros de diámetro. Es más de tres veces la masa y genera más de tres veces el empuje del gigantesco Saturno V -el cohete usado en la misión Apolo- que actualmente es el mayor cohete que la humanidad ha hecho.
El BFR ha sido creado a partir de las características del ‘Falcon 9’, el ‘Falcon Heavy’ y el ‘Dragon’, los tres cochetes probados hasta ahora por Space X.
Supporting the creation of a permanent, self-sustaining human presence on Mars. https://t.co/kCtBLPbSg8 pic.twitter.com/ra6hKsrOcG— SpaceX (@SpaceX) 29 de septiembre de 2017
Tal y como publica el site ‘Wait but why’, que está haciendo un seguimiento exhaustivo de la carrera espacial de Musk, tendrá capacidad para transportar a alrededor de 100 personas repartidas en más de 40 cabinas, y será reutilizable. Esto significa que, como el Falcon 9 hará pronto, solo