Lo que antes era un tramitador de seguros que conocía tu nombre, tu situación, te llamaba personalmente por teléfono y te tenía en su cartera durante años, ahora se ha convertido en una charla casi unidireccional con la tecnología. Las apps permiten gestionar un parte sin que tengas que levantarte del sofá ni establecer interacción humana alguna, hecho que se reproduce de manera bidireccional, porque los tramitadores y los peritos casi tampoco han de hacerlo.
Desde The Wall Street Journal nos llega el dato que reafirma la obsolescencia de la mano de obra humana: alrededor del 40 % de las empresas aseguradoras no utiliza peritos para inspeccionar en persona los daños. Algunas, mandan drones en su lugar, y otras te permiten que tan solo con una foto de tu coche se resuelva el trámite (que sea a tu favor o no, es otra cosa).
Los desastres naturales, buenos precursores de los ‘drones perito’
Los cada vez más recurrentes terremotos, tornados, huracanes, inundaciones y demás desastres naturales pueden hacer que una aseguradora se hunda ante una evaluación de daños casi imposible de realizar. Ya ha ocurrido con el Harvey en Texas. El uso de drones puede resultar ridículo a la hora de peritar un coche, pero no tanto ante los daños causados por la naturaleza.
Es el caso de una propietaria en Birmingham, que encontró tejas tiradas en su jardín tras una tormenta. Liberty Mutual, su compañía aseguradora, no envió a un inspector a revisar el tejado; en su lugar un dron sobrevoló su casa, hizo algunas fotos y una semana después un cheque cubrió sus gastos.
Sí, suena bastante idílico teniendo en cuenta la odisea que es en algunas ocasiones conseguir que la aseguradoras asuman los gastos de lo que prometen cubrir, pero este nuevo uso para los drones, unido a la inteligencia artificial y