Admitámoslo, un familiar con motor diésel es un coche extremadamente sensato y práctico, pero poco pasional. Opel lo sabe, y ha querido añadir un poco de picante a tu sensata y estable vida familiar con todo un GSi. En concreto estamos hablando del Opel Insignia GSi Sports Tourer, la versión más potente y prestacional del familiar de Opel. Del Opel Insignia ya os hemos hablado largo y tendido, lo hemos probado y hemos dedicado un artículo a la versión GSi y carrocería Grand Sport. El Opel Insignia GSi Sports Tourer está disponible con dos motorizaciones, tanto diésel como gasolina, de entre 210 CV y 260 CV.
En el plano estético, el Opel Insignia GSi Sports Tourer implementa todos los extras de su hermano de cuatro puertas. Hablamos de un kit de carrocería específico, con grandes entradas de aire frontales, agresivos detalles en color plateado y llantas que en la unidad expuesta son de 20 pulgadas – envueltas en neumáticos deportivos. En la zaga nos encontramos con un spoiler, y de nuevo un paragolpes más agresivo, con dos salidas de escape que esperamos no sean falsas. El intenso color rojo de su carrocería es ya un icono en la marca, y sus orígenes se remontan a los primeros GSi de los años 80.
Con los asientos traseros abatidos, se logra un volumen máximo de carga de nada menos que 1.664 litros.
Los Opel Insignia GSi Sports Tourer han sido dotados de los motores más potentes de la gama Insignia. La gran novedad es que el nuevo motor 2.0 BiTurbo de 210 CV pasa a ser una de las opciones mecánicas de este familiar de altos vuelos. Este nuevo motor desarrolla un par máximo de 480 Nm a a 1.500 rpm y permite un 0 a 100 km/h de sólo 7,9 segundos. Recordemos