Por fin se ha producido un acontecimiento que llevábamos esperando desde hace años. La industria del automóvil necesita de metodologías que resulten efectivas para homologar cuán contaminantes y cuánto combustible consumen nuestros coches, primero, para asegurarse de que cumplan con unos límites legales, segundo, para que el consumidor tenga un dato comparable e ilustrativo del producto que va a adquirir. Con los escándalos que han arreciado en los últimos años se demostró, una vez más, que el ciclo New European Driving Cycle (NEDC) utilizado hasta ahora era insuficiente, y había quedado obsoleto. Es por eso que no podemos hacer otra cosa que congratularnos por la entrada en vigor de nuevos protocolos de homologación que, por fin, nos mostrarán el consumo real o, mejor dicho, una cifra de consumo más realista, de nuestro coche, gracias a dos siglas que oirás mucho a partir de ahora: WLTP y RDE. ¿Pero qué significan estas siglas y la instauración de estos nuevos protocolos?
¿Qué significan las siglas WLTP y RDE?
El Worldwide harmonized Light vehicles Test Procedures (WLTP) es un procedimiento de pruebas estandarizado que pretende acercarse a las cifras reales de consumo y emisiones de un automóvil, de manera mucho más efectiva que el antiguo NEDC utilizado hasta la fecha. Cada automóvil analizado pasará por una prueba de homologación más larga, tanto en el tiempo, como en el kilometraje recorrido; más exigente, con más periodos de aceleración y de mayor intensidad; y en un rango de velocidades más extenso. Como resultado, obtendremos varias cifras de consumo, que oscilarán desde la más baja, en las condiciones más favorables, a la más alta. En cualquier caso, no debemos olvidarnos de que el WLTP, como el NEDC que teníamos en cuenta hasta ahora, sigue siendo un protocolo de homologación que se realizará en un banco de pruebas, en