Lewis Carl Davidson Hamilton, más conocido como Lewis Hamilton a secas, consiguió alzarse en el día de ayer en el Gran Premio de México con su cuarto título del Mundo de Fórmula 1. Un logro que tan solo al alcance de los mejores pilotos de la historia: Juan Manuel Fangio (5), Alain Prost (4), Michael Schumacher (7) y Sebastian Vettel (4).
Cuatro campeonatos que ha conseguido en cuatro escenarios diferentes y con cuatro temporadas únicas, cada cual con sus retos, sus logros y sus fracasos. Tiramos de historia para recordar cómo ha llegado este joven británico que un día dijo querer llegar a ser el mejor, convirtiéndose en el británico con más títulos de Fórmula 1 en su haber.
2008, el primero bajo la lluvia
Últimamente se habla mucho de los logros de Max Verstappen. De su juventud y de lo rápido que ha sido capaz de adaptarse a la Fórmula 1. Pero a algunos se les olvida que allá por el año 2007 un jovencísimo Lewis Hamilton debutó en la Fórmula 1 y en su primera temporada, que más se recuerda por sus rifirafes con Fernando Alonso -por llamarlo de alguna manera- que por quedarse cerca de llevarse su primer Campeonato.
Aunque en aquel catastrófico año para McLaren Mercedes permitió que el título se decantase del lado de Ferrari y Kimi Raikkonen, no tardaron mucho en tomarse la revancha. Con Fernando Alonso fuera del equipo de Woking, de vuelta en Renault, Hamilton tuvo vía libre para luchar.
Y, tanto que lo hizo. Comenzó la temporada ganando en Australia -en aquella carrera en la que solo acabaron siete coches-, toda una declaración de intenciones. No obstante, en los siguientes Grandes Premios tuvo un bajón en su rendimiento que los Ferrari aprovecharon para subirse a los primeros puestos del podio.
Aquel año, el