A finales del pasado año 2016 la marca asiática nos permitía probar en su presentación el nuevo Hyundai i10, una actualización de su segunda generación. Sin duda, fue un coche que nos transmitió buenas sensaciones, pues pese a tener unas dimensiones exteriores contenidas, su habitáculo estaba muy bien aprovechado; motivo por el cual consideramos que es una compra bastante racional. Además, su precio de venta no es elevado y transmite una buena sensación de calidad para un segmento como el A.
El Hyundai i10 se ofrece con dos motorizaciones de gasolina, una de tres cilindros con 1 litros de cubicaje y 67 CV, y otra de 1.2 litros y 87 CV. No es necesario un mayor abanico de mecánicas con mayores o menores cifras de potencia, pues para el concepto del coche son suficientes. El caso es que ahora la firma asiática pone a la venta una variante que utiliza la mecánica de menor potencia y la dota de todo lo necesario para poder utilizar GLP por un precio de 13.765 euros.
Qué elementos añade esta versión de GLP
Esta versión, por tanto, puede utilizar ambos combustibles para su explosión en el interior de los cilindros. Como es lógico, cuenta con dos depósitos de combustible, uno para la gasolina y otro para el GLP (27 litros para el de GLP), dos bocas de llenado, un interruptor para que el conductor seleccione uno u otro combustible y un segundo testigo nivel de combustible para saber cuánto GLP tenemos. Eso sí, la capacidad del maletero se ve parcialmente afectada, pues pierde unos 34 litros y se queda con 218.
Ventajas del GLP
Entre las principales ventajas de esta versión de GLP, como en todos los coches que lo llevan instalado, encontramos el ahorro por el menor precio de este combustible, las menores emisiones de CO2 al medio