Hoy en día salirse de lo habitual, tomar un camino diferente al de los demás o salir de lo políticamente correcto está mal visto o, al menos, genera cierta desconfianza. En los últimos años hemos visto como todos los grandes fabricantes de automóviles han apostado por la reducción de cilindrada y la sobrealimentación. Todos excepto uno, Mazda. La marca japonesa ha tomado una alternativa muy diferente, y parece ser que el mundo les está dando la razón.
Mazda ha apostado por elevadas relaciones de compresión y motores de cilindradas relativamente altas para los propulsores de gasolina, mientras que en los diésel sí utilizan sobrealimentación pero tampoco recurren a bajas cilindradas. Muchos pensaban que se estaban quedando atrás respecto a la competencia, pero lo cierto es que la estrategia llevada a cabo por Mazda está siendo de lo más efectiva. Sin embargo, no se conforman con eso y nos presentan su motor Skyactiv-X.
Mazda está satisfecha por haber conseguido sus objetivos
La marca nos reunía a la prensa en sus oficinas en la ciudad de Madrid para presentarnos su visión de futuro, bajo el eslogan Mazda Visión 2030. Por un lado nos recordaban que en 2007 hicieron unas previsiones de futuro y acertaron. Por ejemplo, prometieron reducir notablemente sus cifras de emisiones de CO2 y lo consiguieron (en torno a un 30 %), y que en 2020 más de un 80 % de los coches serían de combustión, algo que parece bastante probable.
¿De verdad los coches son lo más contaminante en las grandes ciudades?
Pero también se vio algún que otro dardo hacia ciertos organismos y autoridades. Por ejemplo, la marca, y más concretamente José María Terol, Presidente de Mazda España, nos transmitía con datos y fuentes bastante fiables que el transporte por carretera no es el principal problema de la contaminación, que en los