Una semana más tarde del GP de Malasia llega el GP de Japón de F1 2017. Los equipos se apresuran para trasladar todo el material desde Sepang hasta Suzuka en un acto logístico de gran calado para llevar toneladas de material. Suzuka ha sido escenario de grandes momentos que recordaréis del pasado, pero también de otros bastante trágicos como el accidente de Jules Bianchi… Además, es la casa de Honda, fabricante que no ha tenido su mejor año y que se despedirá de equipo McLaren en unos meses para comenzar su nueva andadura con Toro Rosso. Ya saben que Renault sustituirá el hueco de Honda en McLaren. Los de Woking ya han avisado de que si Honda tiene un motor competitivo el año que viene y comienzan a ganar parecerán estúpidos pero que era un movimiento necesario.
A la llegada a Japón un piloto ha colmado más atención que nadie, y ese ha sido Fernando Alonso, ya que el país nipón es donde más seguidores tiene. De hecho espera una espectacular presentación de su marca Kimoa. Sin embargo en lo deportivo llega con pocas esperanzas a un circuito que debería ser más duro que Malasia para ellos, por tanto no espera gran cosa aquí. Honda estaba pensando si introducir una gran mejora aquí o en los circuitos restantes, pero está bastante indecisa. Así que habrá que esperar para ver la decisión que toman. Desde luego que la fiabilidad de la que ya poco se habla ha mejorado extremadamente, ya llevamos varias carreras con los coches acabando sin que ocurra nada y eso es todo un logro. Parece que ha sido anunciar la ruptura Woking-Suzuka y las cosas comienzan a salirle mejor al fabricante japonés.
El circuito como sabéis tiene rectas importantes en las que se necesita un buen empuje del motor,