¿Nos hemos vuelto locos? ¿O acaso estamos ciegos? Carlos Sainz hizo una de las mejores carreras de su carrera deportiva el pasado domingo en el GP de Estados Unidos y parece que se han dado cuenta en todo en mundo menos en España. ¡Que hasta Alain Prost ha caído rendido a sus pies!
Qué más les hace falta a algunos para admitir que Carlos Sainz está al nivel de los mejores pilotos de Fórmula 1. Era su carrera debut y lo más lógico es que hubiese sido conservador para ir adaptándose progresivamente al coche pero no, fue capaz de rendir, de competir y de conseguir sus primeros puntos.
De pequeño fueron muchos los que le tacharon de «hijo de» y que no le valoraron quizá como se merecía. Pero qué hay peor que ser el hijo de Carlos Sainz, una estrella en el país, y además, llamarse igual que él. Lo que para muchos podría ser una bondad para otros se convierte en una cruz.
Cuando Red Bull se interesó en él y posteriormente pasó a formar parte del programa de jóvenes pilotos de los de las bebidas energéticas se llegó a insinuar que su padre había tenido algo que ver en la maniobra. Pero el tiempo se encargó de callar muchas bocas. Después de un año difícil en la GP3, ganó las World Series, la mayor escuela para llegar a la Fórmula 1 en ese momento.
Mientras otros pilotos del programa fueron cayendo poco a poco, Carlos consiguió mantenerse en las primeras posiciones e ir ganando puestos en su lucha por llegar a la Fórmula 1. Y eso que su llegada a la máxima categoría se la disputó con Jean Eric Vergne, un piloto que tenía mucha más experiencia que él.
Pero Red Bull confió en él, le dio una