Hace unos días os contábamos que Tesla había decidido prescindir de parte de su plantilla de fábrica para aligerar la producción del Model 3. En estos días se ha llevado a cabo la presentación de los resultados económicos del tercer trimestre, y en el acto que se celebró, la marca ha confirmado que aún no ha sido capaz de corregir los cuellos de botella que afectan al modelo.
La idea que tenía Tesla era fabricar unas 5 mil unidades por semana en el mes de diciembre. Sin embargo, a día de hoy sólo han entregado 222 unidades de las 1.500 planeadas. Por tanto, han tenido que replantear de nuevo el sistema de la cadena de montaje, retrasando la fabricación de estas unidades hasta el primer trimestre del próximo año. Además, a esta situación han tenido que añadir que las entregas de los Model S y Model X se han incrementado un 18 por ciento, por lo que el espacio en la cadena productiva se ve aún más ajustado.
El principal punto de la cadena de montaje que lastra la fabricación del Tesla Model 3 es el dedicado al montaje de la batería. Este hecho ha sido justificado por la firma, pues alegan que al tratarse de un modelo nuevo, durante los primeros meses de su producción es normal que se produzcan retrasos en la fábrica. Sin embargo, quién no ha perdonado este problema es la bolsa de valores, pues la marca americana ha visto como sus títulos perdían un 5 por ciento de su valor.
A fecha de 30 de septiembre de 2017 Tesla tenía una pérdida neta operativa de 619,4 millones de dólares. Este dato choca con la ganancia neta de 21,9 millones de dólares que tenía la marca en el mismo trimestre del año 2016. Los balances de la marca demuestran