Podríamos decir que es ya una tradición. Da igual lo que cambie la Fórmula 1 que antes casi incluso de empezar a negociar nada, Ferrari se precipita a aclarar que si los cambios no le gustan, coge las maletas y se marcha. Si fuese cualquier otro equipo o fabricante el que se les subiese a las barbas poco les faltaría para ponerle una alfombra camino a la salida, pero una Fórmula 1 sin Ferrari es inconcebible a día de hoy.
En esta ocasión, la razón que ha hecho volver a saltar la cordial relación que parecía haber entre el equipo de Sergio Marchionne y la nueva directiva de la Fórmula 1 se ha ido al garete nada más empezar a hablar de control de gastos, cambios en las motorizaciones y mayor igualdad entre equipos.
Sabíamos que el techo de gasto ha sido uno de los temas más polémicos que ha tenido la categoría sobre la mesa. Después de haber tenido que decir adiós en los últimos años a numerosos equipos que se hundieron económicamente sin que Bernie Ecclestone ni nadie pudiese hacer nada por evitarlo, la medida parecía la única forma para conseguir la supervivencia de la categoría.
La primera vez que se empezó a hablar del tema Ferrari también amenazó con dejar la categoría. Por suerte, en aquel momento, tenía de su lado a otros fabricantes que tampoco estaban dispuestos a reducir su presupuesto para el equipo. Y aunque las aguas volvieron a su cauce un por tiempo, la cuestión se sigue negociando cada año y ahora con más intensidad tras la llegada de Liberty Media.
«La Fórmula 1 ha formado parte de nuestro ADN desde que nacimos, pero si cambiamos el terreno en el que estamos, todo se convierte en un terreno irreconocible y no querremos