«Un joven de 18 años, tercer herido del día en la N-232 al chocar contra un camión». «Un camión se sale de la vía en la N-232 entre San Asensio y Briones». «Una joven de 24 años muere al empotrarse contra un camión en la N-232». Estos son los tipos de titulares que te devuelve Google cuando introduces los términos ‘N-232 La Rioja’. Se trata de una de las carreteras más negras de nuestra geografía, aunque La Rioja no suele aparecer en los mapas de alta siniestralidad.
Los vecinos reclaman que se desdoble por el elevado tráfico de camiones y la peligrosidad a la hora de adelantar; la solución que se ofrece es que los camioneros utilicen de forma obligatoria la autopista de peaje AP-68, que los vecinos piden liberar. Mientras se pintan líneas continuas y se sanciona el exceso de velocidad, esta carretera tan negra sigue cobrándose víctimas.
140 km, 196 fallecidos
La Carretera de Vinaroz a Santander (N-232) es una vía terrestre española que cruza transversalmente la península, desde Vinaroz, en la provincia de Castellón, hasta Cabañas de Virtus, en la provincia de Burgos. Atraviesa un total de seis provincias, entre las que se encuentran Castellón, Teruel, Zaragoza, Navarra, La Rioja y Burgos. En el transcurso de la N-232 existen algunos tramos donde ha sido desdoblada y convertida en autovía tomando el nombre de A-68 entre Zaragoza y Haro (en La Rioja).
Es precisamente en la Rioja donde se concentra el mayor número de siniestros; la intensidad circulatoria de camiones es muy elevada en este tramo, y al ser de doble sentido, se producen peligrosos adelantamientos con asiduidad. La carretera N-232 es además la vía con mayor índice de tráfico de toda La Rioja (media superior a los 14.000 vehículos/día; más de 35.000 en Logroño), de los que cerca del 30 %