Ha sido una de las grandes sorpresas del año. Si por algo se habían diferenciado los productos más deportivos de BMW, con respecto a su competencia más directa, era por ser fieles a una filosofía, la de la tracción trasera que imprime a sus deportivos un tacto especial que difícilmente encontramos en su competencia de tracción total. Pero el nuevo BMW M5, la versión más deportiva del BMW Serie 5 con motor V8 biturbo y 600 CV de potencia, ha roto con esa tradición. BMW nos cuenta que han creado un sistema de tracción total muy deportivo que puede comportarse como hasta ahora lo hubiera hecho un tracción trasera, algo que nosotros de momento no podemos constatar, hasta que no lo probemos. ¿Pero por qué se ha pasado a la tracción total el nuevo BMW M5? ¿Sucederá lo mismo con los próximos BMW M4 y BMW M3? ¿Sabías que BMW inicialmente quería que este nuevo BMW M5 siguiera siendo un tracción trasera?
El BMW M5 y su tracción total M xDrive
Decía BMW que, gracias al sistema M xDrive, el BMW M5 puede “pilotarse mezclando a partes iguales deportividad y precisión, tanto en el circuito, como en la calle”. La realidad ante la que nos encontramos es la de un sedán deportivo con tracción total – con todo lo que eso implica a su favor y en su contra – con un diferencial central capaz de repartir todo el par disponible en el eje trasero. BMW aseguraba que han tenido que reforzar la transmisión en consecuencia, especialmente atendiendo a las necesidades de este modo de conducción que efectivamente es 100% tracción trasera. Para compensar el peso extra de su tracción total, además de contar con una base más ligera – la de la nueva generación del BMW Serie 5 – también han