Si hay dos conceptos de moda actualmente en el sector del automóvil son crossover y electrificación. Estéticamente, los crossover y SUV tienen ganado a una buena parte del público; mientras que los modelos híbridos y eléctricos cada vez van tomando más fuerza en este sector. Suavidad y silencio de rodadura y bajos consumos en entornos urbanos son sus principales bazas. Todo esto lo reúne el Kia Niro, el primer híbrido de la marca asiática.
Para potenciar las ventas de este primer híbrido, Kia ha decidido apostar por el segmento que más crece en Europa y en España, el de los crossover. Desde luego, es una apuesta sobre seguro. Además, tampoco ha querido decantarse por una estética excesivamente “rebuscada” o por intentar transmitir a nivel visual unas capacidades offroad que no tendría, como un SUV medio, por ejemplo. Vamos a dejarnos de presentaciones y conozcamos a este Kia Niro a fondo. Acompáñanos.
Un exterior que no enamora, pero que tampoco desilusiona
Crossover, SUV, monovolumen urbano, compacto… ¿qué es el Kia Niro? Si echamos un vistazo a su ficha técnica, nos encontramos con unas dimensiones de 4,35 metros de largo, 1,80 de ancho y 1,53 de alto, con una batalla de 2,70 metros. Si quitamos importancia a la altura, estas proporciones serían suficientes para englobarlo dentro de la categorías de los compactos; pero su estética, con “protecciones” negras en los bajos y pasos de rueda, barras de techo cromadas y una línea de cintura algo elevada, lo llevan al segmento de los crossovers.
Y ya que hablamos de su estética, Kia ha preferido decantarse por un diseño muy diferente al de su principal rival, el Toyota C-HR. Mientras que el japonés se muestra muy llamativo y futurista, el coreano es muy conservador. Pese a ello, el frontal presume de la parrilla “Tiger nose” de la marca,