¿Se puede hacer de los tiempos de entrega de un coche una ventaja competitiva para una marca? En SEAT están convencidos de que pueden hacerlo. Y es por eso que estrenarán en España su nuevo servicio SEAT Fast Lane, que asegura la entrega de un SEAT León nuevo en un plazo máximo de entre dos y tres semanas. Esta iniciativa ya comenzó a funcionar a principios de 2017 en Austria, como proyecto piloto, y con un total de cien configuraciones diferentes y dos modelos, el SEAT León, y el SEAT Ibiza. En España el servicio SEAT Fast Lane solo se ofrecerá, de momento, en el SEAT León. ¿Pero cómo puede comprometerse una marca a atender un pedido de un coche nuevo, fabricarlo y entregarlo en un plazo tan corto?
SEAT ha estado trabajando en la optimización de sus procesos logísticos, pero sobre todo en lo que denominan sistemas de pedido predictivos. La información con que la marca trabaja acerca de la demanda del mercado y los hábitos de consumo de sus usuarios, permiten predecir la naturaleza de los pedidos y anticiparse a la solicitud del cliente, en paralelo con un sistema de producción más eficiente en el que también se tienen en cuenta estos hábitos para la gestión del suministro de componentes.
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Este sistema de entrega rápida ciertamente puede ser un factor diferencial para una marca de coches y una gran ventaja competitiva, sobre todo para competir con fabricantes cuya producción se lleva a cabo lejos de Europa, o también con productos de nuevo lanzamiento, que son los que suelen acusar en mayor medida largas lista de espera, como consecuencia de retrasos y estabilización de la producción de sus fábricas. Una situación que también ha tenido que afrontar SEAT, con las largas listas de espera que tuvieron